La endoprótesis es una técnica mínimamente invasiva que evita las secuelas de la intervención quirúrgica tradicional.
¿Qué es el aneurisma de aorta abdominal?
Se trata de una enfermedad vascular muy grave, consistente en una dilatación de la principal arteria de nuestro organismo. La aorta irriga los principales órganos abdominales, las vísceras y los miembros inferiores.
En principio, es una patología asintomática, pero corre el riesgo de convertirse en un problema realmente grave: La ruptura de un aneurisma es crítica; está asociada a una elevada mortalidad por la hemorragia interna que se produce, de modo que un gran número de pacientes fallece antes de llegar al hospital y un elevado porcentaje (30-40%) no supera la intervención quirúrgica de urgencia.
¿Cuál es el tratamiento tradicional?
El tratamiento clásico consiste en sustituir el segmento de aorta enfermo por material protésico. Para llevar a cabo este remplazo es necesaria la anestesia general para practicar una gran incisión abdominal que, con frecuencia, precisa transfusiones de sangre. Además, hay que detener la circulación de la aorta para realizar la sustitución y la intervención requiere una hospitalización de varios días en la unidad de críticos y otros 5-7 días en planta. En centros de referencia la mortalidad de este procedimiento se sitúa en torno al 4-6% en cirugía electiva y programada.
¿En qué consiste la nueva técnica y qué ventajas tiene?
Consiste en tratar los aneurismas mediante el implante de endoprótesis cutáneas. A través de punciones en las ingles se accede a las arterias femorales, y de ahí a la zona afectada de la aorta. Así funciona la endoprótesis Endurant IIS de Medtronic que implanta el equipo de Angiología y Cirugía Vascular, pionero en Andalucía. Con esta endoprótesis se libera en la aorta un sent recubierto que excluye el aneurisma de la circulación, disminuye su presión y hace que vaya decreciendo su tamaño y así desaparezca el riesgo de ruptura.
El gran avance respecto a las técnicas clásicas es que «puede practicarse con anestesia local o regional, sin incisiones ni pérdidas de sangre, con una mínima estancia en la UCI y con alta domiciliaria en 24-48 horas», nos comenta el doctor Rubén Rodríguez Carvajal, jefe de dicho servicio. Sus principales ventajas son que «es una técnica mínimamente invasiva, la recuperación es inmediata, no precisa transfusiones sanguíneas, no tiene secuelas postquirúrgicas y la tasa de mortalidad intraoperatoria es menor del 1% en manos expertas», concluye el especialista.