Endoprótesis de Aorta: ¿Qué son y para qué sirven?
Los aneurismas de aorta consisten en unas dilataciones patológicas, localizadas y permanentes que se produce en las paredes de las arterias. La causa es la debilidad de la pared arterial de una zona concreta, la cual es incapaz de soportar la tensión que ejerce sobre ella la presión arterial que sale del corazón. En la mayoría de los casos es consecuencia de la arteroesclerosis o de una debilidad hereditaria por factores genéticos, como enfermedades del tejido conectivo, además de factores externos que la propician como el tabaquismo y hábitos de vida sedentarios.
¿Qué son las endoprótesis de Aorta?
A finales de los años 80 e inicio de los 90 los pioneros doctores Juan Parodi, desde Argentina y Nikolay L. Volodos, desde Ucrania, trabajaron de modo independiente en el desarrollo de stents que pudieran implantarse en la Aorta para el tratamiento de Aneurismas, destacando que fue J Parodi y su equipo (1990) quienes realizaron con éxito la primera reparación EVAR. (EndoVascular Aortic Repair) de un aneurisma sin abrir el abdomen y con acceso desde las arterias femorales.
En aquellos tiempos iniciales las endoprótesis se construían manualmente por cada cirujano y básicamente consistían en un stent (malla metálica) suturado a una prótesis sintética y comprimidas en el interior de un tubo largo y semiflexible que permitía llevar y liberar la endoprótesis en el saco aneurismático A partir de los avances de J Parodi y su equipo se comenzaron a desarrollar diferentes modelos de endoprótesis por distintas empresas de la industria médica especializadas en terapias intervencionistas y que perseguían las siguientes características:
- Stents con gran fuerza radial que los fijara al cuello aneurismático y no se desprendieran con el tiempo.
- Materiales de prótesis finos y resistentes, que pudieran ser colapsados en introductores para introducirlos por la arteria femoral.
- Facilidad de implantación de los dispositivos para acortar los tiempos de cirugía.
Actualmente, se dispone en centros avanzados de terapia aórtica complejas de más de 10 modelos de endoprótesis distintas con propiedades especificas para el tratamiento de aneurismas con características anatómícas particulares, ya que una endoprótesis no suele ser apta para todas las variables de morfológica y anatomía que pueden tener los aneurismas de aorta.
Existen endoprótesis con ganchos que se fijan por encimas de las arterias renales, otras que se fijan debido a su gran fuerza radial por debajo de las arterias renales, otras que se basan en 2 stents independientes y una bolsa de material especifico que rellena el aneurisma (EVAS) e incluso endoprótesis con ramas y orificios/fenestraciones para tratar aneurismas más complejos.
¿Cuál es el procedimiento de implantación de la endoprótesis de Aorta?
Hace años el procedimiento se iniciaba realizando una pequeña incisión al paciente, cerca de la ingle, para encontrar la arteria femoral, pero los centros de referencia en terapia aórtica como el nuestro han evolucionado esta técnica y ahora se realiza sin incisiones en la piel, tan solo con una punción en la arteria femoral.
Tras puncionar la arteria se inserta el introductor, un tubo largo de unos 6-7 mm de diámetro, y se introduce a través de el la endoprótesis de aorta. Con el empleo de tecnología de visión con un arco radiológico en C integrado se guía la endoprótesis hasta la aorta donde estaba localizado el aneurisma y se fija a nivel del inicio del aneurisma, el cuello aórtico, para que este quede excluido.
Las primeras endoprótesis fueron implantadas hace más de 25 años y ya disponemos de resultados a medio-largo plazo y todos los estudios ponen en evidencia la necesidad de una curva de aprendizaje de la técnica, de la necesidad de adquirir previamente conocimientos informáticos en la planificación al detalle de estos casos, y en el estudio de los distintos tipos de materiales endovasculares específicos que requieren, (guías, catéteres, introductores, arcos radiológicos) mucho más variados que el instrumental quirúrgico clásico, bisturís, pinzas, separadores…al que los cirujanos del siglo XX estaban habituados.
Las prótesis iniciales, de construcción artesanal, tenían mucho mayor número de complicaciones que las actuales de diseño industrial y optimizadas en los últimos años con dispositivos extra como los Endoanchors de fijación o las técnicas tipo Chimeneas o Fenestradas, con lo que las complicaciones de esta técnica en centros de referencia se encuentran por debajo del 1% en el tratamiento de AAA en centros especializados.
Las endoprótesis han representado una revolución en el tratamiento de los aneurismas aórticos ya que no solo han aumentado el abanico de pacientes que pueden beneficiarse del tratamiento de los aneurismas con una menor agresión quirúrgica, hace escasos años muchos pacientes no eran aptos para su reparación quirúrgica tradicional por elevado riesgo de mortalidad en el procedimiento, que se sitúa entre el 4-8% de los casos intervenidos de modo programado.
La técnica EVAR que emplea las endoprótesis también se asocia a una menor estancia hospitalaria (48 hrs) y una morbi-mortalidad de <1% en centros con experiencia, puede realizarse con anestesia local y no suele precisar transfusiones de sangre.
En el caso de urgencias dramáticas como los aneurismas de aorta rota también han demostrado una disminución de la mortalidad a casi la mitad respecto a la cirugía abierta, pero existen aun centros en los que esta técnica avanzada no esta disponible para casos urgentes.
Las endoprótesis exigen un seguimiento de por vida, mediante angioTC al año y posteriormente por ecografía, y pueden presentan complicaciones tardías leves que suelen resolverse con procedimientos mínimamente invasivos. El coste de las endoprótesis sigue siendo uno de los talones de Aquiles de estás técnicas ya que hay muchos avance tecnológicos en continuo desarrollo, y cada 3-4 años surgen avances que pueden justificar pequeñas modificaciones en estos dispositivos para poder tratar casos más complejos y obtener mejores resultados en nuestros pacientes.
¿En qué casos se puede utilizar este tratamiento, el tratamiento EVAR?
La posibilidad de tratar un aneurisma de aorta mediante implante de una endoprótesis de Aorta depende de varios factores:
- La morfología del aneurisma: características de la pared de la Aorta, calcificaciones, trombos adheridos, angulaciones o acodamiento de los vasos, diamétros, etc…
- La esperanza de vida del paciente, en pacientes con esperanza de vida menor a 6 meses es discutible que se realice esta intervención para prevenir posible la ruptura de la aorta.
- La experiencia del equipo de Cirujanos Vasculares en técnicas endovasculares, en centros de referencia el 95% de los aneurismas pueden tratarse con técnica EVAR con garantías.
- La edad del paciente, en pacientes jóvenes (menos 70 años) , con anatomías hostiles para endoprótesis y con bajo riesgo quirúrgico se puede ofrecer al paciente la reparación quirúrgica abierta tradicional, que se considera más definitiva aunque con un mayor riesgo quirúrgico global y más complicaciones perioperatorias.
¿Qué cuidados se precisan tras la intervención?
La recuperación tras la intervención EVAR es inmediata en la mayoría de los casos, tolerando dieta a las pocas horas del procedimiento cuando se realiza bajo anestesia local. Los pacientes son dados de alta a los 2-3 días post-procedimiento con una recuperación completa, aunque es posible sentir alguna molestia en el abdomen, tener pérdida de apetito y febrícula por la reacción del organismo a la endoprótesis implantada y a la trombosis del aneurisma, y alguna molestia en las zonas de punción femoral.
¿Necesitas un especialista en técnicas endovasculares? En Instituto Vascular y Endovascular Internacional tenemos la solución. Contacta con nosotros llamando al 951317417 | 663939324 o escríbenos a la dirección de correo electrónico info@iveivascular.com. ¡Somos tu solución!