Evolución en el tratamiento de la enfermedad Aneurismática: LAS TERAPIAS ENDOVASCULARES
La enfermedad Aneurismática consiste en una dilatación localizada y permanente que se produce en las paredes de las arterias. Se produce, principalmente, por la debilidad de la pared de la zona concreta, la cual es incapaz de soportar la tensión que ejerce sobre ella la presión arterial sanguínea desde la salida del corazón. La causa del desarrollo de aneurismas en las arterias es la combinación de factores genéticos hereditarios y la arteroesclerosis, la enfermedad que causa deposito de placas de colesterol en las paredes de los vasos sanguíneos provocando su debilidad, con factores externos como el consumo de tabaco.
En un aneurisma, la evolución y el pronóstico dependen de tres factores: el tipo de aneurismas: aneurismas ateroscleróticos, infecciosos, pseudoaneurismas o falsos aneurismas, la localización: aorta torácica, abdominal, arterias iliacas, poplíteas u otros territorios… y el tamaño: con un riesgo exponencial de ruptura asociado a su diametro trasversal máximo.
Los aneurismas se desarrollan durante años, sin que la persona afectada los detecte, por los que se les conoce como el asesino silente. En su evolución natural los aneurismas siguen un patrón de crecimiento continuo y lo normal es que sigan dilatándose y terminen por romperse, provocando el fallecimiento de la persona por una grave hemorragia interna. Para evitar esta situación dramática y fatal es necesario un tratamiento una vez que se detectan y que alcanzan un tamaño determinado.
¿Cuál es el pronóstico?
Se estima que más del 80% de los pacientes que sufren una rotura de un aneurisma de aorta acaban falleciendo, ya que la mayoría de ellos ni siquiera llega a un hospital en condiciones de poder afrontar una intervención quirúrgica mayor, y de los que lo hacen, solo algo mas del 50% suelen sobrevivir al post-operatorio de cirugía de aorta urgente, aunque las técnicas endovasculares han aumentado la tasa de supervivencia de intervenidos urgentes con endoprótesis a cerca del 80% de los tratados.
Como hemos comentado antes, a partir de ciertos diámetros, y dependiendo de su localización, el riesgo de rotura se incrementa de forma exponencial, de ahí la importancia de identificar esta patología a tiempo, controlar su crecimiento y tratarlo cuando esta indicado en una intervención programada de bajo riesgo comparado con la cirugía abierta y evitar así males mayores.
¿A quién afecta?
Habitualmente, los aneurismas de aorta, los mas frecuentes, suelen desarrollarse en personas mayores de 60 años con factores de riesgo cardiovascular, es decir las personas que presentan malos hábitos de salud como el tabaquismo, dietas elevadas colesterol, o que padecen obesidad. Igualmente, es mas común en los hombres que en las mujeres, aunque en ellas suele tener un pronóstico peor debido al menor tamaño de los vasos en general.
¿En qué consiste la reparación endovascular, EVAR ?
La reparación endovascular del aneurisma (EVAR), es una terapia de tratamiento mínimamente invasiva para tratar aneurismas de aorta y otras localizaciones, menos y con menor morbimortalidad que la cirugía abierta tradicional. Se emplean endoprótesis, que son una especie de tubo reforzado comprimido en un catéter, que se introduce a través de punciones en las arterias y se implanta como refuerzo en la pared de la aorta y despresurizar el aneurisma para que así pueda disminuir de tamaño y evitar el riesgo de rotura.
Se trata de un procedimiento intervencionista y mínimamente invasivo a diferencia de la cirugía abierta tradicional, que implica anestesia general e intubación, una incisión a lo largo del abdomen y requiere desplazar temporalmente las vísceras del abdomen y detener la circulación del organismo mediante clampaje de la aorta.
Con la terapia EVAR no solo se reduce el tiempo de intervención por debajo de 2 horas, puede realizarse con anestesia local, la cirugía tradicional normalmente dura de 2 a 4 horas, y no suele precisar transfusiones sanguíneas ya que la perdida de sangre por los puntos de acceso es mínima.
¿Cómo es la vida tras la intervención de aneurisma de aorta?
En la gran mayoría de los casos (>95%), volverá a su vida normal tras 3-4 días tras el implante de la endoprótesis para el tratamiento de su aneurisma de aorta, con una estancia postoperatoria media en el hospital media de 48 horas en centros con experiencia en esta técnica, lo que no significa necesariamente que deba volver a los antiguos hábitos como el tabaquismo.
Se sabe que el implante de endoprótesis para el tratamiento de aneurismas se trata de una técnica segura a medio y largo plazo, pero es necesario realizar un control de su implante al mes mediante un angioTC y seguimientos posteriores mediante ecografía abdominal al menos una vez al año, para comprobar su evolución.
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