Síndrome de Congestión Pélvica. Aprende a reconocerlo.

El Síndrome de Congestión Pélvica es uno de los cuadro clínicos más frecuentes de la Insuficiencia Venosa Pélvica, comúnmente conocido como el tener “varices pélvicas”, es un cuadro de síntomas clínicos que se manifiesta principalmente por la presencia de dolor pélvico crónico que típicamente empeora a moderado o severo durante la menstruación y que suele ir acompañado de otras molestias típicas como distensión y congestión abdominal, dolor lumbar, pesadez de piernas y en la zona pélvica, reglas muy abundantes o molestias durante y después de las relaciones íntimas.

Este síndrome venoso afecta a un 20% de mujeres con edades comprendidas entre los 30-50 años que, en la mayoría de los casos, han tenido al menos un embarazo, siendo el dolor pélvico crónico (su principal síntoma) el motivo de consulta de más del 30% de las consultas ginecológicas. Frecuentemente permanece sin diagnosticar ni tratar, pasando inadvertido entre pruebas y más pruebas negativas buscando enfermedades ginecólogicas, urinarias o incluso digestivas que no se presentan.

La causa que provoca el Síndrome de Congestión Pélvica está aun por determinar, pero existen factores conocidos como la predisposición genética a la degeneración venosa o la propia gestación, donde se produce en la mujer una sobrecarga en las venas pélvicas y gonadales, que acaban dilatándose y volviéndose disfuncionantes. Tras el parto, muchas de estas venas intrapélvicas son incapaces de recuperar su tamaño y su función original, por lo que se cargan de un volumen de sangre mayor del que les corresponde produciendo un fénomeno patólogico que conocemos como hipertensión venosa, haciendo que la sangre descienda (o “se caiga”) hacia el suelo pélvico provocando congestión y dolor.

En fases avanzadas, esta aumento en el volumen y presión de la sangre producida por el Síndrome de Congestión Pélvica puede provocar dilataciones varicosas en venas vulvares, hemorroides e incluso varices en las piernas que, a la larga, son extremadamente difíciles de tratar dada su elevada capacidad para reproducirse y/o agravarse si no son abordadas en su origen pélvico.

En la actualidad, el Síndrome de Congestión Pélvica se soluciona de manera ambulatoria mediante un proceso denominado embolización pélvica que consiste en ocluir el flujo venoso que circula de manera aberrante a través de las venas disfuncionantes de la pelvis. Para ello, el angiólogo y cirujano vascular introduce -mediante una punción en el brazo- un pequeño catéter que navega por el sistema venoso hasta alcanzar las venas defectuosas. Una vez localizadas las dilataciones varicosas y a través de este cateterismo mínimamente invasivo, se distribuyen unos pequeños filamentos en espiral denominados coils que se pueden combinar o no con agentes esclerosantes, que ayudan a coagular la sangre en los tramos problemáticos lográndose un posterior sellado de las venas pélvicas a través de un proceso inflamatorio.

Este procedimiento de embolización, cuya tasa de éxito la hora de solucionar Síndrome de Congestión Pélvica supera el 90%, no solo hace posible cerrar las venas patológicas desde dentro de manera efectiva y segura, sino que resuelve el círculo vicioso de varices patológicas en cascada. La intervención se realiza con anestesia local, y suele durar de una a dos horas. La paciente es posteriormente controlada en hospital de día y a las pocas horas puede abandonarlo por su propio pie.

En IVEI, nuestros especialistas en Angiología y Cirugía Vascular son expertos en la detección de esta patología y en su tratamiento mínimamente invasivo, habiendo realizado con éxito más de 150 casos y siendo centro de referencia en toda Andalucía. Además nuestro grupo organiza con asiduidad cursos de formación sobre esta patología donde acuden especialistas de todo el territorio nacional.